domingo, 20 de junio de 2010

Otra absurda reflexión


Quizás todos hemos visitado alguna vez un blog o hemos leído alguna historia en clase. Seguro que todos hemos escuchado algún fragmento en voz alta, a través de una profesora afanada en la literatura, o un cuento relatado con una voz forzada y quebrada.
Todos desarrollamos nuestro propio punto de vista desde que aprendemos a conocer lo que nos rodea. Pero al fin y al cabo, no se por qué cuando queremos agarrar la iniciativa y desgastar un boli sobre un folio tenemos la ansiada manía de escribir textos melancólicos, dramáticos, tensos, rebuscados y extremadamente trabajados. Supongo que la adolescencia trae consigo una búsqueda automática y personal de nuestras metas. Pero también he aprendido a comprender que todo tiene su porqué. Que si me apetece llorar escribiendo lo haré sin pensar una explicación. Si me apetece, como ahora, autoanalizar enmascaradamente gran parte de mis momentos de letargo, pues créeme que lo haré.

sábado, 19 de junio de 2010

Un día en Suburbia. "Simplemente Nach Scratch... mil gracias"

Una ciudad que nos atrapa, un amigo que traiciona. Una puerta que se abre, una ventana en la que nadie asoma. Una caricia en la mañana, una pasión, una rabia como símbolo de acción, de una generación. Una luz que ilumina, una canción que me anima, una lágrima que cae y que limpia una vida herida. Una calle colapsada, un amor que no se acaba, un político que mira hacia otro lado y no hace nada.
Un respeto que se gana, una inocencia que se pierde, un corazón que se acelera cuando un enemigo vuelve. Un policía que me insulta, un lugar lejos de aquí, un sentimiento que se oculta por miedo a qué dirán de mí. Una familia que se abraza, un hermano de otra raza, un jefe que se ríe, un consejo que sin más rechaza. Un atajo, un lujo que distrae, una calma que me arropa si el sol cae.

Un olor que trae recuerdos, una chica que no sabe que la observo, un álbum de fotos roto pero que aún conservo. Una libertad que huye, un micro que me comprende, una venganza justa, un secreto que se vende. Una historia sin comprender, un cuerpo de mujer, un beso distante, un instante de placer. Un ayer que ya no existe y un mundo que nos repudia.
Un día en Suburbia...

Y a los que quiero les digo que aguanten, no desfallezcan, que nuestros días de gloria se acercan, que sólo quien lo merezca será libre. Va por vosotros, mis hermanos de otra madre seremos indestructibles, escupir vuestra rabia, que no os digan si está bien o mal, sacar lo que os pudre, gladiadores sin puñal. Por todos los que me sienten y me aceptan como soy... Va por vosotros b-boys.

Un tiempo difícil, un silencio que relaja, un hombre que no se rinde, un simple perro de paja. Una distancia que se asume, un porro que me consume, una noche, una plaza, una botella que nos une. Una rima que se escapa, un sueño por conseguir, un horario que encarcela a un hombre que no quiere oír. Una madre que me espera, un acto de bondad, un crimen, un rap que resucita cuando el resto me deprime. Un te quiero, un hasta luego y un por qué, una suerte que me ampara porque yo me la busqué. Un billete que sale de mi bolsillo, un vacío, u
n barrio que me recuerda donde están los míos. Un pecado sin remordimiento, un juguete que divierte, un solo camino, una vida, una muerte. Un paso firme sobre un charco, un retrato sin un marco, una página que sigue en blanco. Un canto, un parto, un salto, un llanto, una gota de sangre secándose en el asfalto. Un árbol que llora hojas secas, una estatua que se pudre, un cielo que nunca veo porque el humo lo recubre. Un regalo que agradezco, un arte que me hace temblar,
un mar que siempre escucha cuando quiero hablar. Un lugar donde descanso, un lugar de odio y de furia.
Un día en Suburbia...

Y a quienes me escuchen que luchen, no todo está perdido. Va por vosotros mis fans os considero amigos, a San Blas y a los recuerdos que aún conservo, Alicante y sus calles a las que vuelvo. A mi familia por su amor incondicional desde el inicio, mi madre y su ternura, mi padre y su sacrificio. A quien ha hecho posible que yo siga aquí, saltando al vacío en cada disco, esto va por ti

Sólo necesito un día, un día en esta ciudad, un día para demostrar que estoy aquí, que sigo vivo. Podéis llamarme Nach, El Aliado, El Enemigo, El Loco, El Iluminado, pero yo soy uno más y sólo necesito un papel, un micrófono y unas mentes dispuestas a escuchar y a sentir. Sólo necesito un día.
Un día en Suburbia.



¿Por qué no? hoy es un buen día.

Hoy es un buen día para animar mi alma y saltar, y marearla, y brincar hasta que ella vomite. Hoy es un buen día, por qué no, para vocear y resaltar en el cielo que las palabras más sinceras son, al fin y al cabo, las que más se recuerdan, y las que más se pierden.
Hoy me apetece hacer lo que me venga en gana y dejar de relatar con expresiones rebuscadas y textos trabajados. Quizás en otro instante publique algo más "literario" pero, hoy mi querido amigo y ya estoy volviendo a hacerlo, hoy no.
Hoy es el día de escupir al trabajo, de hacer tantas cosas que no se haga nada en especial, de resurgir de la rutina para llegar al delito del deber.
Hoy es mi día, sea cual sea su número en el calendario. Hoy si recuerdo el ánimo para actuar. Prometo intentarlo y sacrificarme para conseguir vivir en paz y sin ningún esfuerzo en un futuro.